Bono de copas del bar San Justo Precio En los años 80 y 90 surgieron en Toledo numerosos locales que ofrecían a las generaciones más jóvenes y no tan jóvenes, puntos de reunión donde poder charlar y divertirse desde primeras horas de la tarde hasta bien entrada la madrugada. La recién creada Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la nueva Universidad llenaron la ciudad de aires nuevos, lo que propició el boom del ocio nocturno de la ciudad centrado en el centro histórico que cambió la noche toledana para hosteleros, clientes y vecinos. Ya vimos en la primera entrada de Noches toledanas las primeras discotecas y los locales del Miradero, y toca ahora recordar los bares y locales nocturnos repartidos por las estrechas calles del centro, donde se tomaban cervezas en vasos de litro, submarinos, cerebritos, leche de pantera, calimocho, tequila, cubatas,....pero sobre todo, se charlaba y se pasaban muy buenos ratos. Alguno me dejaré por el camino, pero ahí va una buena representació
La memoria es frágil. Según pasan los años vamos olvidando o nos cuesta recordar el nombre de lugares donde acudimos en infinidad de ocasiones. Hasta hace pocos años, cuando necesitábamos algo, acudíamos al negocio más cercano o el que mejor se adaptaba a nuestros gustos. En los negocios de hostelería, además, compartimos muchos momentos con amigos, familiares, y también con desconocidos. Olvidamos con mayor facilidad aquellos que oímos a nuestros padres y abuelos. Además, mucho otros negocios nunca los conocimos y poco a poco se van perdiendo la pista sobre ellos. Este blog intenta ser un lugar en el que poder rescatar la memoria de aquellos sitios, recogiendo los nombres, las ubicaciones y algunos otros datos de los negocios, hosteleros y otros existentes, en la ciudad de Toledo durante el siglo XX. La relación no es completa y seguramente nunca podrá serlo, pero incluye muchos de los bares, cafeterías, restaurantes, hoteles, fondas, discotecas, cines, librerías, sombrerías, farmac
Calle Comercio, a finales de los años 20. Postal. L. Roisin, fot. Barcelona. Colección particular. La Calle del Comercio, nuestra calle Ancha, es parte del eje principal de comunicación del centro histórico de Toledo. Su situación, camino entre la plaza de Zocodover, la Catedral y el Ayuntamiento, le confirió desde hace siglos su carácter comercial, conformando una calle con una fuerte identidad propia, en total conexión con la ciudad y repleta de vida toledana. Hoy, a nivel comercial, la calle ha perdido buena parte de esa identidad, con negocios que pueden encontrarse en las calles principales de muchas otras ciudades. Aún así, todavía puede sentirse parte de su identidad toledana en el trasiego matutino del vecindario, compradores, estudiantes, trabajadores o paseantes. También, cuando la calle recibe a visitantes que buscan sin prisa la esencia de una ciudad con una Historia y un potencial cultural inagotables. Los comercios que a lo largo del tiempo abrieron sus puertas en nuestra
Construcción de las Galerías del Miradero en 1974. Boletín de información municipal. AMT . La irrupción de las discotecas en el Toledo del siglo XX siguió más o menos las mismas pautas de otras ciudades españolas. A finales de los 60, iban quedando atrás poco a poco los bailes con orquesta o los famosos guateques y se empezaban a ver locales en los que un pinchadiscos (Dj) amenizaba al personal con las últimas novedades discográficas. La primera discoteca en abrir sus puertas en Toledo, y en la provincia, fue Sithon's el 28 de octubre de 1969. El lugar elegido fue el Callejón del Lucio, muy cerca de Zocodover, y su dueño Antonio Losada. Sithon's, con más de 40 años de existencia, es sin duda uno de los referentes de la ciudad y un lugar de encuentro de varias generaciones de personas con ganas de divertirse y pocas ganas de dormir. Publicidad de Sithon's en unas cerillas. El logotipo simula una mariposa. Al poco tiempo de abrir Sithon's, al principio de los años
Bar Trébol en 1990 Desde finales de los 80 hasta 1994, la revista Bisagra, dirigida por Francisco José Gómez Herruz, nos informó y nos entretuvo sobre todo aquello que ocurría en la región castellano manchega y en la capital toledana. Allí veíamos a los políticos de aquellos años, a los famosos, a gente corriente y con un poco de suerte, salías tú mismo o tus amigos en alguna fotografía. En la revista, una sección llamada al principio Último plato y luego Propuestas , escrita por Fernando Barredo de Valenzuela Álvarez y Antonio Illán Illán (Loc i Tos), recorrió en sus páginas algunos bares y restaurantes de Toledo y de la provincia, dando su opinión sobre los locales, las viandas que ofrecían, y recomendando alguno de sus platos. La sección se acompañaba de una foto en la que aparecían las personas que atendían el local. Han pasado ya treinta años, y esta sección de la revista, este pequeño tesoro, nos transporta a lugares comunes como son los bares y restaurantes , muchos de ell
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