ENTRE LAS CUATRO CALLES Y SOLAREJO

- NÚMERO 2.




En el primer edificio del lado de los pares de la Calle Comercio, en el que actualmente está el Restaurante-Cafetería Wamba, en 1901 estuvo la Confitería La Palma, de Cecilio García Luque, que fabricaba mazapán, chocolate y licores. Cecilio era natural de Alcaudete de la Jara y casado con Daniela Sánchez Gálvez. En 1902 traspasó la confitería a Dionisio Vargas, antiguo oficial de la famosa Confitería de Pérez, que estaba enfrente de la Puerta Llana.

Anuncio en El Heraldo Toledano en 1901.BVPH

En 1907 abre la tienda de ornamentos de iglesia La Trinidad, que era una sucursal de la tienda del mismo nombre que estaba en la calle Mayor número 40 de Madrid.

Ya en 1910, tenemos la sastrería de Eugenio Pinilla, sucesor de la sastrería de Laureano Pinilla Organero, casado con María Aroca, que se anunciaba en 1866 en el número 20. Eugenio abrió en 1899 la sastrería en las Cuatro Calles, 7 y en 1910 la trasladó unos metros, a la calle Comercio, 2 y 4. En 1914 la regentaba su viuda (muy posiblemente Apolonia Pilar Climent Mayoral).

En 1923, en el número 2, está La Tijera de Oro, sastrería de Angel López López, de Sonseca, casado con Esperanza Ramírez Molero, que se publicitaba como sucesor de Pinilla. La Sastrería de Angel López estuvo activa al menos hasta 1934.

Anuncio de la Sastrería de Angel López en 1926. BVPH

Ya a finales de los años 30, se instaló la perfumería y mercería de Generoso Rivas, que estuvo activa, al menos, hasta finales de los años 50. En los años 70 ya vemos la Cafetería Wamba que aún sigue abierta en esa ubicación. En esa cafetería, había un mural cerámico de Pablo Sanguino Arellano, que inexplicablemente desapareció en una reforma de la cafetería a golpe de piqueta.

- NÚMERO 4 (I).





Los dos edificios contiguos a la Cafetería Wamba, están numerados actualmente con el número 4.

En el primer edificio, estaba en 1900 el grabador Mariano Martín, y en 1901, la Zapatería de Manuel Armesto, que luego se trasladó a Hombre de Palo. En los años 20, la barbería de Mariano Lorente Escribano, de Guadamur y luego, la Relojería Hijo de Jacinto Díaz, de Manuel Díaz. Jacinto Díaz Bracamonte era vidriero y fontanero y en los años 10 estaba establecido en el número 7 de la Plaza de la Magdalena, luego se trasladó a la calle de la Feria (Chapinería). Un hijo suyo, Manuel, abrió la relojería, que tuvo abierta hasta al menos 1949. La familia siguió el negocio de fontanería de Jacinto, instalándose más tarde en la Cuesta de las Armas, cerca ya de la calle Santa Fe.

En los años 60, tuvieron allí su primera tienda de Medias y Géneros de Punto, Francisco Maeso Guzmán y María Rosa Martín Alarcón, después de que Francisco trabajara en la tienda de Géneros de Punto de su madre, Patrocinio Guzmán Rodriguez, al lado de la tienda de ropa infantil El Bebé. Esta tienda de Maeso, estuvo activa hasta los años 90. Ya en el siglo XX abrió Casa Guío.

- NÚMERO 4 (II).





En el edificio de la tienda de souvenirs, estuvo posiblemente instalado allí el fotógrafo Casiano Alguacil. Luego estuvo la pescadería de Ruano, que en 1916, era Viuda de Ruano.

No he localizado más comercios hasta los años 50, que aparece la tienda de ropa infantil Mariquita, de Manuel García Aguilar (hijo de Jacinto Díaz), que estuvo activa hasta mediados de los años 70.

Anuncio de la tienda Mariquita. Folleto Corpus Christi, 1957. AMT

- NÚMERO 6.




El espacioso local donde se encuentra ahora la tienda Hale-Hop, es el del recordado Bazar de Díaz-Marta. Allí estaba en 1878 la tienda de ultramarinos de Cándido García, y en 1884 el Comercio de Géneros del Reino y Extranjeros de Eustaquio Martínez, dedicado a los tejidos.

Anuncio de los ultramarinos de Cándido García y del Almacén de Curtidos de Sobrino de Triana. El Ateneo 1878. BVPH

En 1892, abrió uno de los bazares que tuvo Mariano Ortiz, aunque permaneció poco tiempo, pues en 1899, uno de sus empleados, Sebastián Díaz-Marta, se quedó con el negocio y abrió su propio bazar. Se anunciaba como su sucesor, y era bazar, lampistería y quincallería. Mariano Ortiz, además de este, tuvo otros dos bazares, uno en la propia Calle Ancha, donde se instaló más tarde Juan Manuel Moro, y otro, en la calle Sinagoga, antes de construirse el Teatro Moderno.

Anuncio del bazar de Mariano Ortiz en 1892. Nueva Guía de Toledo de Juan Marina. Patrimonio Digital de CLM

Sebastián Díaz-Marta Díaz-Marta, natural de Quintanar de la Orden, estaba casado con María Pinilla Martín-Corral, de Toledo, pertenecía al partido republicano y fue concejal del Ayuntamiento de Toledo y Diputado provincial. En la trastienda del bazar se celebraron muchas reuniones del partido, a las que asistía, entre otros, Casiano Alguacil, gran fotógrafo de Toledo y amigo personal de Díaz-Marta. Es sabido, que a la muerte de Casiano Alguacil en 1914, olvidado por la ciudad que le acogió y a la que tanto dio, fue Díaz-Marta quien pagó su entierro. 

Sebastián falleció en 1939, siguiendo con el negocio uno de sus hijos, Gregorio Díaz-Marta. Los hijos de Gregorio continuaron con el Bazar abierto hasta 1987. Al cerrar Díaz-Marta, se instaló la tienda de ropa de la franquicia Mango.

Anuncio del Bazar de Díaz-Marta en 1984. Biblioteca de Castilla-La Mancha

- NÚMERO 8.


En el número 8, donde hoy hay una tienda de camisetas llamada Citees, en 1900 estaba el negocio de curtidos Triana y Compañía, de Santos González Triana y anunciada como Sobrinos de Triana. La compañía ejercía como banco y tenían una fábrica de jabones en San Cristóbal. Santos G. Triana también fue gerente de la empresa Electricista Toledana.


En 1911 instaló allí la Imprenta Moderna, Antonio Garijo Borque, natural de Mazaterón (Soria). Era imprenta, librería y vendía objetos de escritorio. Antonio Garijo fue durante 18 años encargado de la fábrica de harinas de Castor Sierra, y en 1900 puso una tienda de cordelería, alpargatería, toldos, etc.) en la Calle de las Armas, 20, que luego trasladó a Zocodover, 10. Fue editor de El Eco Toledano y antes tuvo la imprenta en la Plaza de las Capuchinas, 2. Un hijo suyo, J. Clemente Garijo de Gracia, siguió los pasos del padre, continuando con la librería, que trasladó más tarde a otra ubicación de los pares en la propia Calle Comercio.


La imprenta de Garijo estuvo allí hasta finales de los años 10, que la compró la Editorial que publicaba el periódico católico El Castellano para editarlo durante un tiempo allí, aunque la actividad de librería siguió unos años más.

En los años 20, abrió la Hostería El Greco, que en 1928 era de Ángel Fernández Pérez, reformándose en 1930 y pasando a ser la Hostería Toledana. El dueño de ésta, era Secundino Cuciellas, que montó el negocio con unas instalaciones a todo lujo. El marco de entrada de columnas de mármol con sus detalles en bronce que vemos actualmente, son las originales de aquella Hostería.

Duró poco la Hostería Toledana, pues en 1935 instaló allí un almacén Juan Reguilón Rico, que tenía la tienda de ultramarinos en las Cuatro Calles, antigua sucursal de la Casa Ayuso.
Juan Reguilón Rico, antiguo dependiente de la confitería de José de los Infantes, y que se estableció por su cuenta en la tienda de ultramarinos Los Cuatro Tiempos, era de Chapinería (Madrid), y estaba casado con Remedios Perezagua García-Ochoa. Su padre era natural de Sonseca. Juan Reguilón fue gerente y representante de Julián Ayuso desde 1908 hasta 1929, y durante ese tiempo se crearon las sucursales de Casa Ayuso. La primera, en 1910, en la Calle Trinidad, 5, que se llamó La Villa de Madrid, donde estaba el Café Revuelta, (actual Malquerida). La segunda, en 1915, en las Cuatro Calles, 11, (actual Navarro). La tercera, 1920, en la Plaza de la Magdalena, 4, en el local que hay debajo de la placa dedicada a Bahamontes. El edificio de las Cuatro Calles, entre Chapinería y la Calle Hombre de Palo, fue construido en su configuración actual, al establecerse allí la sucursal.


Siguiendo con el número 8 actual, en 1939 abrió Granja-Florida, tienda que vendía helados, ensaladillas, croquetas, aperitivos, etc. Ya en 1949, vemos otra de las tiendas más recordadas, las llamadas Galerías del Mueble o Muebles Palomino, que tenía la fábrica en la calle Trinidad, 5. El dueño era Toribio Palomino, ebanista, y que luego fue también fundador y director de la empresa SOLISS.
Anuncio Muebles Palomino 1971. AMT


Ya en el siglo XX ocuparon este local tiendas como Torero y Nature.


- NÚMERO 10.





Donde se ubica el número 10 actual, en 1866 se ubicaba la Latonería de Antero Fresno y Martínez. En 1914 había una pescadería cuyo dueño era Francisco San Segundo.

Anuncio de Antero Fresno y Martinez en El Tajo. Año 1866. AMT

Ya en 1922, estaba la tienda de Máquinas de escribir y plumas estilográficas de Eutiquiano Gullón Martínez, habiéndose trasladado desde el número 2 de la calle Cordonerías. También vendía bicicletas. Eutiquiano era hijo de Victorino Gullón y Cabo, natural de Mombuey (Zamora) y dueño de los almacenes El Siglo, en la calle Barrio Rey, que luego vendió a Epifanio de la Azuela López del Valle. Eutiquiano Gullón seguía vendiendo máquinas de escribir Hispano-Olivetti en los años 40 y recibía los encargos en la papelería que J. Clemente Garijo tenía en Comercio 54.

Tienda de Eutiquiano Gullón. Fondo Casa Rodriguez. AHPT

Anuncio de la tienda de Eutiquiano Gullón en 1924. El Castellano. AMT

En 1930 hubo un bazar cuyo dueño era Tomás Sierra, que tenía una tienda de sedas, camisas y calcetines enfrente.

En 1934 abrió La Moda, tienda de ropa infantil de Alejandro Viñuales Bayens y Petra Acitores Ygartua. Alejandro y Petra vinieron desde Madrid a regentar la tienda, donde la familia Viñuales tenía otra con el mismo nombre en la Calle del Pez, que funcionaba desde 1896 (y que cerró en 2019). La tienda de La Moda de Toledo, siguió siendo de la familia Viñuales hasta 2011.

Anuncio de La Moda en 1940. Archivo Municipal de Toledo


- NÚMERO 12.


Ya en el número 12, a finales del siglo XIX estaba la zapatería de Francisco Arévalo, que en 1901, era Zapatería Hijo de Francisco Arévalo (Juan Arévalo Roldán). En el mismo año, 1901, sucediendo al negocio de Arévalo, aparece la alpargatería de Vicente Beviá Macía, natural de Elche (Alicante). En 1906 se trasladó a la acera de enfrente, abriendo la Zapatería La Valenciana, que en 1917 ya regentaba su hijo Pedro Beviá Hernández.

En 1911 se instaló la cerería de Mariano San Román Jordán, casado con Mercedes Gómez-Menor. Mariano se había hecho cargo de la Funeraria de la familia San Román fundada en 1846, la funeraria activa más antigua de España, y abrió esta cerería, papelería, que era también papelería, vendía coronas y recibía encargos para La Antigua Funeraria.

Anuncio de la Cerería de Mariano San Román en 1914. BVPH

En 1918, el negocio cambió y se instaló la sastrería Casa de Quirós, de Guillermo Quirós Mancebo, que poco antes se había establecido en el número 19 al trasladarse desde la calle Cordonerías. Guillermo era de Mazarambroz y estaba casado con Purificación Bracamonte Ruedas, natural de Toledo. En 1947, estuvo la sastrería de Manuel Gómez Fernández, (sucesor de Guillermo Quirós), que estuvo abierta hasta los años 80 como tienda de lencería y complementos.

Comercio de lencería de Manuel Gomez. Del blog Toledo Olvidado (Eduardo Sánchez Butragueño)


- NÚMERO 14.


Pasamos al número 14. En este edificio hay actualmente dos comercios, la Papelería Ortega y Filigrana, aunque no siempre guardó esta configuración que fue variando a lo largo de los años.

En este edificio, se instaló por primera vez la papelería e imprenta de Severiano López-Fando, en 1848, que entonces era el número 34. En 1859, traslada la parte de la imprenta a la Calle Nuncio Viejo, 11, y en 1860, la librería a la acera de enfrente, en el número 31, ya con la nueva numeración adoptada a mediados del siglo XIX.


Anuncio en el BOP de 18/02/1860. Archivo Diputación de Toledo

En 1868 estaba la Botica de Leal (Manuel Leal Villalobos) y m
ás tarde, sobre los años 80, se instaló la Zapatería de Rufino Soria Garay, que en 1900 tomó el nombre Viuda e Hijos de Rufino Soria Garay. Le sucedió en 1918, la Zapatería y almacén de curtidos de Bernardo Fernández (se anunciaba como sucesor de Soria), que en 1928 seguía activa.

Anuncio en Folleto de Feria y Fiestas de Toledo en 1928. AMT


Antes de llegar Ortega, en 1937, se instaló la imprenta, papelería y venta de objetos de escritorio Impresos Rodríguez, negocio que tenía sede en Madrid en la Gran Vía. Impresos Rodriguez, ocuparía ahora parte del local de Filigrana y el de Ortega, y a finales de los años 30, redujo su espacio para abrir una entrada a la sede del periódico El Alcázar, que estaba en el piso superior.

Tienda de impresos Rodríguez en 1937. Fotografía Rodriguez. BVCLM.

Impresos Rodriguez estuvo abierto hasta, al menos, 1945, y en los años 50, abre Impresos Ortega, la papelería que lleva activa más de 70. La abrió Julio Ortega Perez, y luego siguió el negocio su hijo Julio Ortega López.

Anuncio de Ortega en 1954. AMT. La papelería sigue activa

Papel de envolver de Ortega. Años 80

En el número 20 antiguo, en el espacio donde está Filigrana, estuvo en 1866 el Almacén de Paños del sastre Laureano Pinilla y Organero, al que luego sucedió su hijo Eugenio Pinilla.

Anuncio de Laureano Pinilla en El Tajo. Año 1866. BVPH

El siguiente comercio en ese número que he podido localizar es el de la tienda de tejidos y paquetería de Eloy Hernández Hernández, en 1912. Estaba casado con Antonia Medina Andújar. Eloy se trasladó en 1917 al número 50 y en 1923 al 52, donde Antonia, ya viuda de Eloy Hernández, tuvo la tienda de tejidos que se mantuvo hasta los años 80 en el local dónde luego estuvo la cafetería y recreativos El Búho.

En octubre de 1916 abrió la tienda de coloniales y ultramarinos de Carmelo San Vicente González, que albergaba, de manera independiente, una fábrica de flores artificiales. Carmelo estaba casado con Genoveva Bernabé Medina, y tenía otra tienda en enero de 1915 en la Calle Martín Gamero, 11. En julio de ese mismo año abrió otra en la Calle Comercio, 19, para volver, en febrero de 1916, de nuevo a Martín Gamero. Fue dependiente de la tienda de ultramarinos de Bruno Marín y también de la de Santiago Camarasa. Tenía habilidad Carmelo para decorar escaparates y recibió varios premios por ello, por ejemplo, al hacer una puerta del Sol con galletas, o una bicicleta con elementos de la tienda de Marín. Estuvo en esa ubicación hasta 1926.

Anuncio de la tienda de Carmelo San Vicente en octubre de 1916. El Castellano. AMT.

Parte de este local, estuvo ocupado durante todo el siglo XX por Fotografía Rodriguez, regentado por Eduardo Rodriguez Toledo. El negocio, cerró en 1984, habiéndolo regentado los últimos años Luis Rodriguez Garrido, hijo de Luis Rodriguez Dorado. (ver información sobre Fotografía Rodriguez en el local de la esquina de Solarejo).

Tarjeta de Fotografía Rodriguez. 1967.

En este sitio a finales del siglo XX estuvo la agencia de viajes Wagon Lits y luego Foto Spot.


- ESQUINA CON SOLAREJO, 8.


En esta esquina, en 1886, estaba ya, con entrada por la Calle Comercio, el local de fotografía de Higinio Ros y Pons, que se había trasladado desde la Cuesta de Belén, 2, en la esquina con la Plaza de la Ropería, donde abrió el negocio en 1877. Higinio Ros, natural de Caspe (Zaragoza), estaba casado con la mallorquina Luisa Urech Miralles, y fue uno de los pioneros de la fotografía en Toledo, siendo su especialidad los retratos.

Pudiera ser, que trasladase el negocio a Toledo desde Madrid, pues consta un negocio llamado Fotografía de Ros en la Calle de las Infantas, 7, entre 1863 y 1868. El 8 de septiembre de 1866 se abrió el negocio con el nombre de Ros y Dortoman, aunque luego volvió al nombre original.

Anuncios de Ros en 1878 y 1886. BVPH

En 1898 pasó el negocio a manos de su sobrino Eugenio Rodríguez Toledo, natural de Ugena y casado con Justa Dorado Velasco-Calderón, que había llegado a Toledo cuatro años antes para aprender el oficio con su tío.

Anuncio de Eduardo Rodriguez en El Chiquitín de la Prensa en abril de 1898. BVPH

Entre 1905 y 1906, Fotografía Rodriguez ocupó el local contiguo con entrada por la Calle Ancha, pues se instaló en la esquina, con la entrada por Solarejo, la Sombrerería de señoras y niños de Felicidad Peñalver.

Con Eugenio Rodriguez, el negocio tuvo sus años de esplendor. Además de fotógrafo, fue incansable reportero, retratando de manera magistral la vida social de la ciudad de Toledo durante el primer tercio del siglo XX. Después de Eduardo Rodriguez, siguieron el negocio, a finales de los años 30, sus hijos Pablo, Luís y José Rodríguez Dorado.


Esquina de la Plaza de Solarejo con la Calle Comercio con Fotografía Rodriguez. Fondo Casa Rodriguez.

En la fotografía de esa esquina que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Toledo, podemos ver asomado en un balcón a Eugenio Rodriguez. La fotografía probablemente sea de 1919. En el número 16, al fondo, vemos la tienda de Bernardo Fernández, sucesor de Rufino Soria, y en el 18, la tienda de flores artificiales de Carmelo San Vicente. En el lado de la Plaza de Solarejo, se ve el local de Constantino Rodriguez, de oficio vaciador. El edificio de la esquina que existe actualmente se construyó a principios de los años 90 después de demoler el que vemos en la fotografía.

Anuncio de Eugenio Rodriguez en 1930. AMT

En 1940, Fotografía Rodriguez, se instala definitivamente en parte del local donde está actualmente la tienda Filigrana, de Carolina Pinel, al ocupar la esquina la joyería, platería y damasquinos de Luis Villarrubia, que tenía ya el taller en 1935 en la Plaza de la Ropería, 1. Luis Villarrubia heredó el oficio de platero de su padre Pedro Villarrubia Villarrubia, y fue él quien enseño el oficio a Juan Ludeña Miguel. La tienda de Luis Villarrubia se puede ver en algunas fotos de los años 40 con el rótulo Grabador. La Joyería de Villarrubia estuvo allí hasta 1952, al trasladarse al otro lado de la calle.

Anuncio en folleto Feria y Fiestas de Toledo en 1943. AMT

En 1952 se instaló la Relojería Bienve, de Bienvenido Sánchez Briones, (que tuvo otra tienda en Santo Tomé, 24), también con la entrada por la plaza de Solarejo. Bienvenido compró el local a la familia Rodríguez. Más adelante, llevó el negocio su hijo Bienvenido Sánchez Díaz, hasta su cierre en diciembre de 2022.

Anuncio de la Relojería Bienve en folleto del Corpus de 1952. AMT

Comentarios

ENTRADAS MÁS POPULARES

Noches toledanas (II)

BIENVENIDA AL BLOG

MEMORIA DE LA CALLE COMERCIO

Noches toledanas (I)

Bares y restaurantes de Toledo visitados por “Loc i Tos” para la revista Bisagra (I)