ENTRE LA SIERPE Y ZOCODOVER

-NÚMERO 32.


En la esquina de la actual tienda Viandas de Salamanca, en 1897 abrió El Bazar Moro, de Jose Manuel Moro, natural de Doñinos (Salamanca), casado con Agustina Pérez Monje. En 1902 se anuncia el Bazar en los números 44 y 48 antiguos y en 1908 ocupaba ya solo el local con el número 48, donde luego se ubicó, en 1930, el Bazar de Heliodoro Martín. Juan Manuel murió en enero de 1920, pasando el negocio a sus hijos con el nombre de Hijos de Juan Manuel Moro, que tuvieron otra tienda en el actual número 11 (Cafetería Zocodover) entre 1920 y 1926. Después de la Guerra Civil, Manuel Moro Pérez traslada el Bazar al espacio del actual número 44, muy recordado, y que permaneció abierto hasta los años 80.

Manuel Moro Pérez se casó en 1922 con Josefa Linares Reyes, hija de Abelardo Linares García y Eduarda Reyes, de ahí, que en los años 30, Manuel Moro regentase la tienda Antigüedades Linares de la Calle Reyes Católicos, y que, en el local de Linares de la Calle Comercio, se ubicase el Bazar Moro.

Anuncio de la tienda de Juan Manuel Moro en 1898. El Chiquitín de la prensa. AMT

Anuncio de la tienda de Moro en 1928. El Castellano. AMT

El Bazar Moro fue el sucesor del Bazar que Mariano Ortiz Rubio abrió en esta esquina en 1881. En 1886, Ortíz había abierto otro Bazar en la Calle Comercio, 10, donde poco después, como ya se ha dicho, le sucedió uno de sus dependientes, Sebastián Díaz Marta. Ya en 1899 abrió el bazar de la Calle Sinagoga, 7, donde luego se instaló el teatro Moderno. Mariano Ortiz fue concejal del Ayuntamiento de Toledo y Diputado provincial. Falleció en 1907 y el negocio de la calle Sinagoga siguió como Viuda de Mariano Ortiz, que lo mantuvo hasta 1918 al comprar el edificio Maximino Pérez. Además de Díaz-Marta, de los bazares de Mariano Ortiz, también salió el ebanista Manuel Villanueva, que puso su negocio en el callejón de los Dos Codos en 1904 y el relojero Aniceto del Valle, que se instaló en la Calle Hombre de Palo y luego en la Cuesta de Belén (luego Hurtado).

Siguiendo con el edificio de la esquina, en 1908, se instaló la Sastrería Casa Bravo. José Bravo (sucesor de Cruz Pérez). De José Bravo Rey, podemos leer en un ejemplar de Heraldo Toledano, con motivo de la inauguración de su sastrería el 18 de abril de 1908; “…vino a las órdenes del difunto D. Cruz Pérez en clase de criado, para atender al cuidado de un caballo, y hasta creemos que ni leer ni escribir sabía entonces el nuevo sastre.” José Bravo estaba casado con Dolores Puig García. Al quedar destruido el Alcázar en la Guerra Civil y trasladarse la Academia de Infantería provisionalmente a Zaragoza, José Bravo abrió una sucursal del negocio allí, aunque siguió manteniendo la tienda de la Calle Comercio.

Sastrería de José Bravo. El Castellano 1930. AMT

José Bravo, tuvo también en los años 30 una vaquería y huevería llamada Mari Carmen en las Carreras de San Sebastián, y el despacho de leche y huevos lo tuvo en la Calle Coliseo, 13.

Anuncio Sastrería Casa Bravo (Sucesor de Cruz Pérez) en 1908. BVPH

En los años 40 estuvo la tienda de confecciones Casa Pardo, y ya a finales de los 60, la Ferretería de la familia Sanchez Beato. Victor Sánchez-Beato Cañizares, que empezó a trabajar como dependiente en la Ferretería y Quincallería de Cirilo Hormaechea que había en la Calle Cadenas (actual Pícaro), se hizo con la ferretería, y al morir en la Guerra Civil, quedó a nombre de su viuda, Desideria Pastrana Albo. Desideria fue la que abrió la ferretería de la Calle Comercio, y al fallecer la heredaron sus hijos. Se ocupaba de la ferretería Jesús, y estuvo abierta hasta 1999, que abrió la zapatería Pisotones. Luego se instaló General Óptica.

Anuncio de la Ferretería de Victor Sanchez-Beato en la Calle Cadenas en mayo de 1924. El Castellano Gráfico. AMT

-NÚMERO 36.


En el siguiente local, estaba en 1900, la salchichería y tocinería de Emilio Domínguez Garrido, fundada en 1892 y natural de Candelario. En los años 30 la llevaba un sobrino suyo, Aquilino García Tejeiro, que la llamó Choricería Candelariense, y en los años 50, Sobrino de E. Domínguez. Estuvo activa hasta los años 70. Más tarde siguió como Salchichería Postigo. Luego, durante poco tiempo estuvo la Relojería Casanova.

Actualmente hay una tienda de helados de Antiu Xixona.

- NÚMERO 38.


Ya hemos visto que en este local estuvo el bazar de Juan Manuel Moro desde 1902. Antes de Moro y antes de trasladarse a la esquina de la Cuesta de Belén, estuvo en este local la Sastrería de Cruz Pérez, hermano de Venancio Pérez, que tenía sastrería en la misma acera, esquina con la Calle de la Sierpe. En 1930 aparece el Bazar de Heliodoro Martín Galán, que se anuncia como sucesor de Moro. Heliodoro estaba casado con Isabel Escalera Alonso, que en 1947, le sucede como Bazar y Radiotelefonía Viuda de Heliodoro Martín. Luego continuaron el negocio sus hijos Emilio y Heliodoro Martín Escalera.

Anuncio del Bazar de Heliodoro Martín en 1930. El castellano. AMT

Bazar de Isabel Escalera (Viuda de Heliodoro Martín). Folleto Feria y Fiestas Toledo 1947.

Ya en los años 80 estuvo la concurrida y amplia cafetería-repostería Comercio 38, que cerró en 2001 (luego abrió la tienda Bijoux Brigite).

Anuncio de la Cafetería Comercio 38 en 1984. Guía Semanal de Toledo. BVPH

-COMERCIO 40.


En el actual local de la cafetería de la multinacional Starbucks, estaba en 1900 la tienda de tejidos de Ruperto de Arce y Cano, anunciada en 1901 como Ruperto de Arce y Hermanos. Entre 1914 y 1916 tuvo un establecimiento de Confecciones, Mercería y Calzado, Francisco Talavera Juan, que en mayo de 1917 abrió un Almacén de Muebles en la esquina de la Cuesta de Pajaritos (la de Agudo). Francisco Talavera tuvo su tienda central en los números 1, 2 y 3 de la Plaza de Zocodover. Estaba casado con Dolores Banegas Banegas, natural de Aranjuez.

En 1917, tenemos el Almacén de tejidos y géneros de punto de Eloy Hernández, y en 1924, Casa Huertas, de Aureliano Huertas, que antes tuvo la tienda en la Calle Nueva y principalmente vendía tejidos.

Tienda de tejidos de Aureliano Huertas. Fondo Casa Rodriguez. AHPT

En los años 50 se instaló Confecciones Nodal que estuvo hasta principios de los 90, año en que llegó la tienda de ropa de la multinacional Pull&Bear. Sobre las tiendas de Nodal, se habla en la tienda que había haciendo esquina con la calle Nueva.

Folleto Corpus Christi 1964. AMT

- COMERCIO 42 (I).


En el siguiente local, actual negocio de juego, estaba en 1878 el Almacén de tejidos de Buenaventura Cuchet y Hermanos, y en 1900, la tienda de tejidos y quincallería de Cuchet y Nodal, que también se anunciaba como negocio de paquetería de Pedro Cuchet y Font.

Anuncio de Buenaventura Cuchet en 1878. BVPH

Ya en 1923, se instaló la tienda de tejidos de Eloy Hernandez, que luego pasó a ser Viuda de Eloy Hernández, que era Antonia Medina Andújar, natural de Toledo. En 1969, consta a nombre de M. Ruiz Martín.
La tienda de telas estuvo abierta hasta que, en 1987, se instaló la Cafetería y Salón de juegos El Búho. El local conserva, a duras penas, la fachada de madera de la tienda de Eloy Hernández y Antonia Medina, de los años 20.

- NÚMERO 42 (II).


El primer negocio que he podido localizar en este espacio, en 1912, es el de Calzados Morana, de Enrique de Oro y Morana, natural de Toledo, y en 1915 la Zapatería La Valenciana de Vicente Beviá que luego trasladó a la bajada del Corral de Don Diego.

El Centinela 1913. BVPH

En 1933, se instaló la Librería, Papelería y Objetos de Escritorio de J. Clemente Garijo de Gracia (hijo de Antonio Garijo) que ese mantuvo activa con ese nombre hasta los años 80 regentada por Sagrario Heredero.

- NÚMERO 44.


En el número 44 actual, había antes dos edificios, con locales numerados con el 56, 58 y 60, hasta su demolición a principios de los años 60 para conformar la estructura actual.

Fotografía de Ake Astrand. 1962. AMT

En los números 56 y 58, en 1900 estuvo la tienda de Tejidos, Mercería, Quincallería y Paquetería de Eleuterio Cano.
En 1911, ocupando también los dos primeros números, se ubicó la tienda de Objetos artísticos y Antigüedades Casa Linares, de Abelardo Linares García, natural de Granada, que se mantuvo activa, regentada más tarde, por su hijo Abelardo Linares Reyes y luego por Arturo Linares, hasta 1946, año en el que se instala el bazar de Manuel Moro. Abelardo Linares García, que se anunciaba como fotógrafo del Rey, abrió en 1914, en ese establecimiento de la calle Comercio una galería fotográfica de ambiente árabe en la que los clientes podían fotografiarse disfrazados, y también fue el que abrió en 1929 el edificio dedicado a venta de antigüedades que hay enfrente de la Escuela de Artes.

Anuncio de Abelardo Linares en El Castellano Gráfico. Agosto de 1924. AMT

Abelardo Linares Reyes trabajó también en el negocio familiar de antigüedades, que contaba con tiendas en Sevilla, Toledo, Granada o Madrid y se extendió también a París, Londres o Nueva York. En Toledo, además de antigüedades, vendía productos de fotografía, mantones, mantillas, alhajas y recuerdos típicos y tenía talleres de damasquinado y bordados toledanos. El negocio de los Linares en la calle Comercio estuvo activo hasta mediados de los años 30.
Abelardo Linares Reyes, tuvo también una empresa cinematográfica llamada Film Linares, que en 1926 había producido dos películas, El Abuelo, primera adaptación cinematográfica de la novela de Benito Pérez Galdós, en 1925, y Pilar Guerra de Guillermo Díaz Caneja, ambas dirigidas por José Buchs.

Retrato de Abelardo Linares Reyes en La Esfera. Año 1926. BVPH

En los años 40 se trasladó a este local el Bazar Moro, después de que Manuel Moro Pérez, hijo de Jose Manuel Moro, se casase en 1922 con Josefa Linares Reyes, hija de Abelardo Linares García y Eduarda Reyes.

Anuncio de la tienda de Manuel Moro en 1946. Folleto Feria y Fiestas. AMT

Anuncio tienda de Moro en 1993. Revista Bisagra. BVCLM

En el local numerado antiguamente con el número 60, estuvo desde 1883, la Mercería La Esperanza. Era de Francisco García González, natural de Gallinero de Cameros (Logroño). Al principio era de Francisco García y Compañía y en 1900, solo de Francisco. En 1929, se anuncia como Mercería, Camisería, Perfumería y Bisutería de Sobrino de Francisco García González que mantuvo el negocio activo hasta, al menos, 1938.

Anuncio de La Esperanza. Programa Semana Santa de 1935. AMT

En 1943 se anuncia un negocio de máquinas de coser Alfa.

Soldados republicanos en la Calle Comercio. Archivo Histórico Nacional (HN:FC-CAUSA_GENERAL,1547,Exp.1,N.686). En primer plano, Perfumería La Esperanza, seguido del local de Linares.

Como ya hemos dicho, al construir el nuevo edificio, amplió espacio el Bazar Moro que muchos hemos conocido. En 1969, ya estaba a nombre de Viuda de Moro. El bazar cerró en 1997, para dar paso a la tienda de moda Zara.

-NÚMERO 46.


A continuación del local del antiguo Bazar Moro, sigue el edificio numerado actualmente con el 46. Durante muchos años, tuvo dos locales que tuvieron la numeración 62 o 64

En el 62, estaba en 1876 la Cerería de Plaza, a la que pronto, en 1878 le sucedió la Cerería de Ramón Montes. En 1900 se llamaba Sucesor de Ramón Montes, cuyo titular era Elías Galán Sánchez Palencia, de Toledo. En 1929 era de Fidel Galán y Rojo, hijo de Elías. Entre medias, en 1897, aparece en ese número la Sastrería de Tomás M. Maestro. 

Ya en 1949, estaba la Relojería y Platería Díaz, de Manuel Díaz Aguilar (hijo de Jacinto Díaz), que la había trasladado desde el número 4.

Anuncio Sastrería de Tomás M. Maestro. La Campana Gorda. Mayo de 1897. BVPH.

Y en el antiguo 64, estaba, en 1867, la Librería de Estupiña, de Agustín Estupiña Bataller. En 1914, el Estanco de Liborio Martín Olivares, de Yunclillos, y en 1929, una Camisería de Antonio Marañes.

En 1935, volvió la actividad como Estanco, esta vez de Adoración Gómez Arroyo y Juana Medina García, que estuvo activo hasta los años 90. Muchos recuerdan el saludo de despedida de la mujer que atendía el estanco, un simpático Adión.

- NÚMERO 48.


Llegamos ya al actual comercio de Damasquinos rotulado como V. Moreno, que ocupa dos edificios contiguos. A finales del siglo XIX, en el antiguo número 66, estaba la Sombrerería y tienda de efectos militares de Joaquín Marañés Franco. Joaquín nació en enero de 1865, en Alpartir (Zaragoza), y al poco de nacer se trasladó a Zaragoza donde su padre consiguió un trabajo de encargado de una fábrica de harinas. Con quince años comenzó a trabajar en una sombrerería de Zaragoza y luego en una fábrica de sombreros. Estuvo trabajando en el negocio de los sombreros en San Sebastián, Burgos, Vitoria Valladolid y Madrid, hasta que le ofrecieron un puesto de encargado en Toledo en el taller de la zapatería de Soria. En 1888, con 23 años, abrió una tienda de planchado de sombreros en el número 8 de la calle Hombre de Palo, para más tarde, trasladarse a la calle Comercio número 37, y luego al 66. En Toledo conoció a su mujer Petra Portales Ruiz, con la que tuvo trece hijos. Como curiosidad, Joaquín Marañés, junto con Francisco Reizabal, promovió el cinematógrafo de Zocodover inaugurado en abril de 1905.

En la sombrerería conoció a muchos de los jóvenes que ingresaban en la Academia de Infantería, dado que debían comprar la gorra necesaria para licenciarse. Entre los que pasaron por allí durante los años que estuvo abierta la sombrerería, hay que contar al futuro dictador Francisco Franco, que ingresó en la Academia de Infantería en 1907, y su amigo personal y colaborador José Millán-Astray, que lo hizo en 1894. Según se cuenta en la familia Marañes, Millán-Astray, informó a Joaquín de la creación en Ceuta del llamado Tercio de Extranjeros, conocido luego por La Legión, advirtiéndole de las posibilidades de negocio en esa ciudad. Se trasladó a Ceuta en 1922 abriendo dos tiendas, una sombrerería y tienda de efectos militares, y una sastrería, quedando encargado de la de Toledo su hijo mayor Antonio Marañés Portales, que estaba casado con la conquense Catalina Fábregas.

En 1932 se retiró del negocio de los sombreros, y las tiendas de Ceuta pasaron a sus hijos, Joaquín Gustavo, la sastrería, y Agustín, la sombrerería y tienda de efectos militares. No le debieron ir mal los negocios, pues en 1933, Joaquín formaba parte, por ejemplo, del Consejo de Administración de la compañía de seguros Minerva S.A, y parece ser que fue destacado accionista también del Banco Popular. Murió en junio de 1971, con 106 años, en Madrid, donde dos años antes se le nombró por parte del ayuntamiento de la capital como El Abuelo de Madrid. En Ceuta, hay un edificio conocido como Marañes, uno de los más destacados de la ciudad, y que era de su propiedad.

Sombrerería Marañes. En la foto, Joaquín Marañés Franco. Fondo Casa Rodriguez. AHPT.

Del negocio de Toledo lo último que sabemos es que, en 1924, se anuncia como Antigua Casa Marañes.
En 1929 ya estaba la Guantería llamada Casa Ortiz, y en 1935, el Bazar El 65 y 95, de Eusebio Repiso Martínez, de Pesquera de Duero (Valladolid), que se trasladó en 1937 al lado de los impares, y que en los años 20 estuvo en la Plaza de la Magdalena, esquina Calle Sierpe.

Anuncio Bazar el 65 y 95 en 1935. Programa Semana Santa 1935. AMT.

En 1945, encontramos la Joyería y Damasquinos de José Martín Tofiños, para luego pasar a finales de los 70 a nombre de Felisa Martín, denominándose Viuda de Jose Martín, que estuvo activa hasta principios de los años 90.

Anuncio en Folleto de Feria y Fiestas de Toledo en 1945. AMT

- NÚMERO 50.


En el número 68 antiguo, en el lado izquierdo de la actual tienda de V. Moreno, estaba, en 1901, la Sombrerería de Juan Bajatierra Rubio, de Toledo, casada con Regina Herrera Herrero. La sombrerería se trasladó en 1899 desde la Plaza de Zocodover, en el espacio que ocupó luego el Café Español. En 1939, la Sombrerería, además tienda de calzados, era de Antonio Bajatierra Herrera, hijo de Juan y Regina, y ya en 1949 se anunciaba como Sombrerería Viuda de Bajatierra.

Tienda de Juan Bajatierra. Cortesía de Eduardo Sánchez Butragueño (Blog Toledo Olvidado)

Anuncio Calzados Viuda de Bajatierra en folleto fiestas Corpus Christi 1955. AMT

En la plaza de las Cuatro Calles, 9, estaba un hermano de Antonio llamado Angel, que tenía una Gorrería y Alpargatería en la década de 1910. Luego le sucedió Angel Bajatierra Herrera, que en los años 30 estaba en la Calle de la Plata, 19. En 1969, la tienda seguía llamándose Viuda de Bajatierra, habiéndose transformado en tienda de Damasquinos.

En 1975 ya tenemos la tienda de Artesanía V. Moreno, de Vicente Moreno Jiménez.

-NÚMERO 52 (ESQUINA CON ZOCODOVER)


En los últimos números de los pares, antiguos 70 y 72, a finales del siglo XIX vemos el comercio de Tejidos de Juan Pous Vidal, proveniente de de Pí (Lleida), que fallece en 1901, pasando a llamarse Viuda de Juan Pous, que mantuvo el negocio allí hasta que, en 1907, el edificio, propiedad de Epifanio de la Azuela, es demolido para construir el actual. Juan Pous tuvo también el negocio en esos años enfrente, en el número 75.

Un hermano de Juan Pous, Pedro, casado con Patrocinio Acevedo Juárez, sigue el negocio en la Calle Nueva, números 4 y 6. Pedro murió en 1926 y un sobrino de Juan y Pedro, llamado Julio Pous, siguió con el negocio en la Calle Comercio 61, y lo mantuvo activo en esa ubicación hasta los años 60.

En la entreplanta y en los pisos superiores hubo varios negocios. En los años 20, estaba la entrada al Hotel Comercio, en la puerta contigua a la tienda de V. Moreno y, en la entreplanta del edificio, la Sastrería Casa Arcal. Establecida en 1897. Joaquín Arcal era cortador de la sastrería de José Benegas. Joaquín Arcal falleció en 1922 y le sucedieron, manteniendo el nombre de Casa Arcal, Vicente Sánchez Bretaño y Teodoro Vaquero. En esos pisos superiores también estuvieron en 1910, Gran fotografía de San Rafael, en 1912, Mercedes, Modista de sombreros, y en 1913, Fotografía artística. B.S. Comendador. También, en 1924, aparece allí una oficina del negocio de automóviles y recambios de Alberto Castaño Caro.

En 1909, en el recién estrenado edificio, abrió, con entrada por la Calle Comercio, el famoso Café Español, de Ramón Gálvez Medina, natural de Almonacid. En los años 80, esa la entrada era en un punto de venta de prensa, que, junto con la venta de helados, el puesto de castañas en invierno, la venta de cupones o el buzón de correos, convirtió esa esquina de Zocodover en un punto de encuentro obligado en la ciudad.

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