VÍDEO CLUBS TOLEDANOS
En los años 70 llegó una nueva forma de consumo en la industria cinematográfica. Todavía estábamos en la era analógica, y los nuevos formatos de reproducción de video, hicieron posible el poder disfrutar de nuestra película favorita en la comodidad de casa, a cualquier hora y las veces que fuera necesario.
Fue muy sonada la guerra comercial entre los sistemas Betamax de Sony, VHS (Video Home System) de JVC (Japan Victor Company) y en menor medida el Video 2000 de Philips. VHS resultó ser finalmente el formato que prevaleció principalmente por ser el más asequible.
Anteriormente era el formato Super8 (película de 8 mm), el más usado. En ese formato se hacían las películas familiares, aunque no todo el mundo podía acceder a una cámara grabadora de Super8.
Este formato se usó en los años 60, 70 y principios de los 80, pero la duración de cada rollo de película era limitado y era difícil tener una película completa.
En Toledo había algún comercio que vendía y alquilaba películas en formato Super8, como la tienda Imagen y Sonido, de Francisco Fuster Garrido, en la Calle Chapinería 11, que ya estaba activa en 1979.
Anuncio de Imagen y Sonido en el diario Ya en 1981. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha.
Muchos niños de los 70 y 80 recuerdan ese formato por las películas del CineExin.
Los nuevos formatos y la bajada de precios de los reproductores de vídeo propiciaron el boom de los video clubs, los locales dedicados al alquiler y venta de películas, negocio que comienza en España en 1980. Es en ese año cuando abre el primer video Club en España, es Video Instant, en Barcelona.
Pasados unos meses de estrenarse en el cine, las películas se ofrecían en alquiler en estos locales, dinámica que se sigue practicando en las plataformas actuales.
Normalmente los vídeo clubs extendían una tarjeta de socio que había que exhibir cuando querías alquilar la película. Los fines de semana era cuando mayor afluencia de público había, y era complicado hacerse con la película de estreno. Había 48 horas de plazo para devolverla, con la consiguiente sanción si te pasabas, cosa que era fácil que ocurriese.
En Toledo, el primer comercio con la denominación Vídeo Club no se dejó esperar. Fue SSupercaSS, en la calle Nuncio Viejo, 17, a finales de 1980. Juan José Martín Palomero, tenia allí la tienda de discos Discolandia, e incorporó el alquiler y venta de películas en formatos Beta, VHS y 2000.
Anuncio del vídeo club SSupercaSS en 1982. Archivo Municipal de Toledo.
A finales de los 80 SSupercaSS trasladó el negocio de alquiler de películas al barrio de Santa Teresa, en la calle Uruguay, 1, en la planta superior de la tienda de regalos del mismo nombre.
Anuncio de SSupercaSS en 1990. Archivo Municipal de Toledo.
Los vídeo clubs empezaron a surgir en todos los barrios de la ciudad y durante los 80 y los 90 tuvieron bastante éxito. En los primeros años del siglo XXI, los videojuegos añadieron algunos años de vida a estos negocios, pero poco a poco vieron llegar poderosos enemigos como la irrupción de las televisiones privadas en 1990, la copia ilegal de películas, y la llegada de la era digital con los consiguientes cambios en los hábitos de consumo con las nuevas plataformas de televisión y la infinidad de alternativas que trajo la llegada de Internet.
Repasamos algunos comercios que ofrecían este servicio en Toledo, ya sea como negocio principal o de manera complementaria.
- La tienda de fotografía Martín del polígono alquilaba películas Super8 y vídeo en 1982. A finales de los 80 se anunciaba ya como Vídeo Club. En la calle Valdemarías, 120.
Anuncio en la revista Vecinos en 1982. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha.
- La tienda de electrodomésticos La Madrileña en las galerías comerciales del Miradero, fue también de las primeras en añadir a su negocio las películas de vídeo.
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Anuncio de la tienda de electrodomésticos La Madrileña. 1984. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. |
- La tienda de televisores y Colorama II, el las galerías del Miradero también tenía video club en 1985.
- El comercio de acuarios Tropipez, en la calle Río Cascajoso del barrio del Polígono, también añadió el vídeo club en 1985.
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Anuncio de Tropipez en 1985. Revista Vecinos. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. |
- El vídeo club Venecia, en la Avenida de la Reconquista, 6, abrió en 1984. Era también tienda de regalos y relojería.
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Anuncio del vídeo club Venecia en 1996. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. |
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Noticia de la revista Bisagra en 1989. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. |
- En 1986 estaba activo el video club Muñoz, en la calle Ferrocarril, 5, en el barrio de Santa Bárbara.
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Anuncio de Videoclub Muñoz en 1986. Archivo Municipal de Toledo |
- El video club 7º Arte, en la calle Colombia, 6, fue el que más perduró. Abrió en 1987 y permaneció activo hasta 2015. Tuvo sucursales en Ronda de Buenavista, 33 y en calle Río Guadarrama.
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Anuncio del vídeo club 7º Arte. 1988. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. |
- Video Club Chaplin. Estaba en el barrio de Palomarejos, en la calle Navarra, 3.
- Vídeo club O.K. En el centro comercial Buenavista.
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Anuncio vídeo club O.K. en la revista Bisagra en 1989. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. |
- Vídeoteca Cinema. En el barrio de Palomarejos, en la calle Zaragoza. Activo en 1989.
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Anuncio de Videoteca Cinema en 1989. Archivo Municipal de Toledo |
- Video club Tavera. En la calle Cardenal Tavera, 13. Activo a principios de los 90.
- Video Club Campel. Escalinatas de la Vega, 1. Activo al principio de los 90.
- Bluster Video. Vídeo club en la calle Colombia, 3. Activo en la primera década del siglo XXI.
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Logotipo de la franquicia Bluster Video. |
A finales de los 90 se incorporan a los vídeo clubs las máquinas expendedoras de películas, que funcionaban las 24 horas. La franquicia Cine Bank, se instaló en el barrio del Polígono, en la calle Río Cascajoso. 9, junto al bar Piscis, más tarde, Cinebank Beep en Río Alberche, 37, o Decine en la calle Guadarama, 26.
Anuncio de Cine Bank en 1999. Revista Vecinos. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha.
A diferencia de los discos de vinilo, es difícil que el formato de vídeo VHS vuelva. Los DVD's, con una mayor calidad de imagen y sonido, y más tarde el sistema Blu-ray, relegaron rápidamente a las viejas cintas de vídeo que tanto disfrutamos en casa, e incluso ese formato en disco ya se usa muy poco.
En muchas casas todavía existen reproductores de vídeos VHS y algunas películas en ese formato. De vez en cuando surge la gran idea de probar si ese cacharro del siglo pasado es capaz de tragarse una cinta y reproducirla, pero tropezamos con la dificultad de dar con los cables y las conexiones adecuadas, aparte de encontrar su mando a distancia con las pilas cargadas. La cosa se pone complicada y lo mejor es dejarlo para otro día.
En una próxima entrada vendrán las pizzerías, que a diferencia de sus grandes aliados, los vídeo clubs, siguen gozando de buena salud.
Fernando Riaño Sánchez de la Poza.