BOTICAS Y FARMACIAS EN EL CENTRO HISTÓRICO DE TOLEDO

Farmacia en la calle Cardenal Lorenzana. 2024

El historiador toledano Francisco de Pisa en su Descripción de la Ciudad Imperial de Toledo de 1605 nos dice que los boticarios y barucros (barberos), en gran número, están repartidos por todos los barrios de la ciudad. La venta de hierbas, especias y remedios varios se hacía prácticamente en cualquier establecimiento de la ciudad.

El desarrollo paulatino de las normas de salud pública fueron acotando poco a poco la actividad de venta de remedios para la salud, diferenciándose de otros negocios como las droguerías, hasta tal punto que en el Catastro de Ensenada, hecho a mediados del siglo XVIII, ya se citan en la ciudad solamente tres boticarios: Jacinto Velasco, Francisco Villegas y Agustín González.

De capital importancia para estos negocios fueron también los avances de la Química durante los siglos XVIII y XIX gracias, entre otros, al británico John Dalton o los franceses Antoine Lavoisier y Louis Proust. Estos avances transformaron las ciencias médicas, posibilitando la extracción de manera sistemática de los componentes activos presentes en la naturaleza, su mezcla en las proporciones adecuadas, y también la síntesis de productos orgánicos en el laboratorio.

En España, aunque durante mucho tiempo se siguió utilizando la palabra botica, se fue imponiendo la denominación de farmacia, contribuyendo a ello en gran manera, la regulación en 1845 de las enseñanzas medias y superiores mediante el conocido como Plan Pidal. Allí, los estudios de Farmacia adquieren el estatus de facultad mayor separándose de los de Medicina, dándose a su enseñanza una forma adecuada a su especial objeto. 

En Toledo, en la primera mitad del siglo XIX ya se empieza a configurar la ubicación de las boticas que con algunas variaciones hemos llegado a conocer en el siglo XX, y en gran parte, gracias a la regulacion de su actividad, se mantiene actualmente. Cito ahora dos de las que luego no tuvieron continuidad. Son las de Valeriano Pérez enfrente de la Puerta Llana, la de Roque Moreno de Vega Morcuende en Obra Prima, 8 (actual Martín Gamero), que fue luego de Francisco de Paula Rojas, y la de Manuel Martín Serrano, de la que no he podido encontrar ubicación. 

El farmacéutico en su botica. Fondo Rodríguez. AHPT

Veamos entonces una relación de  boticas y oficinas de farmacia en el centro histórico de Toledo, tomando como punto de partida sus diferentes ubicaciones. 

PLAZA DE ZOCODOVER.

Organillero en Zocodover en 1932. Al fondo, la Farmacia de Julián San Román. Willy Pragher © Landesarchiv Baden-Württemberg. Fuente:  blog Toledo Olvidado.

En la Plaza de Zocodover, desde los años 20 del siglo XIX, en el lugar donde estuvo el Peso Real, instaló su botica Fernando López de Cristóbal, que fue Tesorero de la Inquisición, de la Obra y Fábrica de la Catedral y Alcalde segundo de Toledo. Su esposa fue Mónica Isidora Martínez e Hidalgo.

Los balcones del piso de arriba de la Botica de Fernando López de Cristóbal, aparecen en las notas del funcionario municipal Felipe Sierra, que podemos consultar en el libro Noticias de Toledo entre 1801 y 1844 de Rafael del Cerro Malagón, publicado por el Ayuntamiento de Toledo. El 10 de mayo de 1823, cuando tropas francesas entraron en España acompañadas de tropas realistas para dar fin al trienio liberal y restablecer el orden absolutista, los representantes municipales se dirigieron a Zocodover y desde esos balcones que estaban colgados, se hizo la publicación de guerra contra la Francia por haber invadido sus tropas el terreno español.

El Sr. Intendente echó una exhortación al pueblo para que estuviese tranquilo y después muchos vivas, volviéndose la comitiva por el mismo orden a las Casas Consistoriales.

A mediados de siglo, la botica era ya de Ángel López de Cristóbal, hijo de Fernando. Ángel fue concejal y alcalde de Toledo, además de diputado provincial. Era republicano y seguidor de la Homeopatía. Fue subdelegado de Farmacia durante veinte años.

Al fallecer Ángel López de Cristóbal en 1888 la farmacia paso a Eustasio Agustín Moreno, al trasladarse desde la que tuvo abierta desde 1882 en la Plaza de la Magdalena. Eustasio participó en la Exposición Farmacéutica Nacional de 1882 celebrada en el Jardín Botánico de Madrid, donde se le concedió la Medalla de Bronce por presentar un elegante armario con cajones en la base y cordialeras con variados productos como: Peptona pépsica, vino de peptona, jarabe de rábano iodado, aceite de hígado de bacalao ferruginoso o nitrato argentico cristalizado procedente de moneda antigua.

Desde finales de 1899, ocupaba el local la farmacia de Feliciano Machuca García de Paso (sucesor del Dr. Agustín), natural de Montearagón (Toledo), que estuvo hasta septiembre de 1907, cuando Julián San Román Jordán la adquirió. En los últimos meses había sido de Francisco Alonso, y Julián a veces se anuncia como sucesor de Alonso.

Julián San Román era hijo de Benito San Román Tejero y Tiburcia Jordán Muñoz, y estaba casado con María Moreno y Bello. En la farmacia estaba también su hermano farmacéutico Deogracias San Román. Julián tuvo la farmacia hasta su fallecimiento en 1947, año en que pasó a su hijo Julio San Román Moreno, que fue profesor y Director del Instituto de Toledo y Presidente de la Diputación Provincial en los años 60.  La farmacia estuvo activa hasta 1981, estando los últimos meses a nombre de Viuda de Julio San Román, por lo que los más veteranos de la ciudad aún la recuerdan. 

Anuncio Farmacia Julián San Román en 1927. El Practicante Toledano. AMT.

Después de casi 140 años de actividad en el mismo lugar, se ubicó allí el restaurante La Botica (es fácil deducir el porqué del nombre), de los hermanos Salamanca, que también regentaron en Zocodover el histórico Bar Toledo (ahora Cañas y Tapas). Actualmente, donde estuvo la farmacia, está el local de comida rápida McDonald's.

Farmacia en la Plaza de Zocodover. 2024.

Enfrente de la farmacia de Julio San Román, en el otro lado de la plaza, estuvo desde al menos 1908 y hasta 1932, la de Joaquín Cabello Ruano, natural de Mocejón y casado con Dominga Redondo Ruano, también natural de Mocejón, y en 1932 le sucede Eulogio del Barco Collazos.

Anuncio de la Farmacia de Eulogio del Barco en 1935. El Practicante Toledano.AMT.

En los años 40 la farmacia pasa a Carmen Zamora (Sucesora de Barco) y Sotero Martín García de la Serna, hasta 1946 que tiene como titular a Joaquín Bausá Alcalde. En 1980 figura a nombre de Viuda de Joaquín Bausá 

Farmacia de Joaquín Bausá en la plaza de Zocodover en 1978. Museo Etnográfico de Castilla y León. Fondo Carlos Flores.

Desde principios de los años 80 hasta ahora la regenta Ignacio Castro Sierra, por lo que este local lleva camino se los 120 años con la actividad farmacéutica.

CALLE HOMBRE DE PALO.

Lugar donde puso la Farmacia Diego Gómez-Elegido en la calle Hombre de Palo. Actual restaurante La Campana Gorda. 2024

La primera referencia de una botica en la calle Hombre de Palo es la de Diego Gómez-Elegido Rey de Perea en 1853. Se ubicaba en el local que actualmente ocupa la cervecería La Campana Gorda. Gómez-Elegido estaba casado con Teresa Martínez y fue alcalde interino de Toledo en 1855/1866. Era autor de un elixir de guapo y stillingio que se usaba para las enfermedades venéreas, sifilíticas, escrofulosas, raquitis, flujo de las señoras, etc.

Se conserva en Orgaz (Toledo), en una casa particular de la calle Real, una farmacia que estuvo activa hasta los años 80 y que abrió en 1843 un hermano de Diego, Julian Gómez-Elegido Rey de Perea. La farmacia conserva el mobiliario del siglo XIX  y durante todo el tiempo que estuvo activa perteneció a la familia.

Diego Gómez Elegido fallece en 1882 y en 1883 llega a la farmacia Benito Valiño Yáñez, trasladando la que tenia en la Calle Santo Tomé, 17.

En la farmacia de Valiño se vendía la Emulsión Ángulo, un aceite de bacalao con hipofosfitos que curaba la tisis, el raquitismo, las escrófulas, los catarros y la debilidad general. Al anunciarse, no dudaba en citar lo publicado por el periódico New Idea sobre la emulsión de la competencia llamada Scolt:

Resulta que este excelente preparado, que según los anuncios y certificados que los acompañan, constituye el super omnia, se convierte después de visto el análisis en una sustancia de escasísimas propiedades terapéuticas.

A la de Valiño le sustituye, en 1904, la farmacia de Gregorio Lozano Montero, de Madrid, que vendía sus propias pastillas para la tos. Su esposa se llamaba Felisa Correa Redondo, natural de Aranjuez.

Anuncio del Laboratorio de Gregorio Lozano en 1915. El Castellano. AMT

Lozano vendía también el  Trousseaux Lozano, una especie de maleta con todo lo necesario para partos, operaciones y embalsamamientos y de una gran utilidad no solo para las familias..., sino además para los señores médicos que usando los Trousseaux Lozano saben tienen dispuesto todo lo necesario, perfectamente aséptico, evitándose olvidos que pueden retrasar  el curso de una operación"

Laboratorio de Lozano en 1915. El Eco Toledano. BVPH.

En los años 40 sucedió a Gregorio Lozano. María Luisa Alemany Rodríguez que se anunciaba como Sucesor de Lozano y ya en los años 60 toma la farmacia Segundo Echevarría Basarán, natural de Toledo, permaneciendo hasta los años 80 ya a nombre de Viuda de Segundo Echevarría.

Farmacia en la calle Hombre de Palo. 2024

Otra de las farmacias históricas es la que sigue activa en la calle Hombre de Palo, 1. Juan Bautista Fernández García abrió el 10 de octubre de 1925 la Gran Farmacia de Nuestra Señora del Sagrario, al trasladar la que regentaba desde abril de ese mismo año en la Plaza de la Magdalena. Se situaba en la parte superior de la calle Arco de Palacio, en el local que ocupa ahora el restaurante chino Shangai Mama. Se publicitaba como la primera farmacia de Toledo montada a la moderna. En algunas fotografías de la época se puede ver el cartel con el nombre Farmacia de Fernández.

Anuncio de la Farmacia del Sagrario en octubre de 1925. El Castellano. BVCLM

Anuncio de la Farmacia del Sagrario en 1927 en su primera ubicación (Arco de Palacio, 3). El Practicante Toledano. BVPH

Ubicación original de la Farmacia del Sagrario.

En octubre de 1930 se traslada a Hombre de Palo, 1, por el traspaso de la farmacia a José González Saldaña, que amplió el negocio a droguería y perfumería. En los años 40 cambió de nuevo la titularidad a Miguel Francisco Serrano Patiño y en los años 80 de nuevo, a nombre de Mercedes González Clemente, natural de Chinchón. Actualmente es regentada por Beatriz González Álvarez.

CALLE  LORENZANA/TENDILLAS.

Farmacia de la calle Cardenal Lorenzana. 2024

En marzo de 1879 Federico Gil de Albornoz, natural de Toledo, abrió su farmacia en la Plazuela de las Tendillas, 9. Se había trasladado desde la de Calera y Chozas 

Anuncio de la Farmacia de Gil de Albornoz en las Tendillas. El Nuevo Ateneo 1880. BVPH

En 1898 estaba a nombre de Mariano Muñoz y ya en 1910 era de Julio Jiménez Jiménez que la trasladó a Cardenal Lorenzana. Julio Jiménez era de Orihuela (Alicante) y estaba casado con Carmen Jimeno Meneses, natural de Toledo. Tuvo la farmacia hasta al menos 1935, y en 1943 ya aparece a nombre de Viuda e hijos de Julio Jiménez.

Noticia de la apertura de la farmacia de Julio Jiménez en la Calle Cardenal Lorenzana en 1910. El Heraldo Toledano. BVPH

En los años 80 la regenta uno de sus hijos, Miguel Jiménez Jimeno y en los años noventa, Juan Pablo Jiménez Buguer. Juan Pablo era aficionado a los acuarios y muchos recordarán que tenía uno en la farmacia en el que a veces había pirañas. 

Actualmente la farmacia está a nombre  de María Esther Bernal Bravo. La podemos ver en la fotografía que inicia esta entrada.

CALLE SANTO TOMÉ/PLAZA DEL SALVADOR. 

Farmacia en la Plaza del Salvador. 2024

En 1842 aparece la primera referencia de la Botica de Luis Pardo y Muñoz en la calle Santo Tomé, abierta en el lugar que actualmente ocupa el Bar Restaurante El 10 de Santo Tomé.

En 1857 Luis Pardo se anuncia en el BOP con un Electuario para curar las tercianas, cuartanas y cuotidianas y toda clase de calenturas intermitentes. Este Electuario se despachaba en botes de hoja de lata sellados, que llevan las señas de la casa grabadas en una plancha de latón, y además una tarjeta impresa para que la casualidad no los confunda con otros y para evitar las roturas, como sucedía á los botes de vidrio, lo que perjudicaba á los consumidores. Todos los que se vendan sin estos requisitos no son de dicha procedencia. A cada bote se acompañará un impreso que enseña el modo de usarlo.

Luis Pardo vende la Botica en 1875 por razones de salud, sucediéndole en 1877 Eugenio Esquivel Sánchez-Minaya, natural de Toledo. Eugenio se había licenciado en Farmacia por la Universidad Central en 1867, he hizo las prácticas en la farmacia de Francisco de Paula Rojas. Luego abrió oficina en Gálvez para venir a Toledo en 1877.

En 1900, Manuel Mayo del Busto, compró la farmacia de Eugenio Esquivel que estaba instalado anteriormente en la de Polán. 

En 1905 ya estaba a nombre de Restituto Sánchez Delgado, que la tiene hasta 1936. Restituto era de Arcicollar (Toledo) y estaba casado con Bienvenida Martínez Gómez, de Toledo. Restituto era militante de Izquierda Repúblicana y fue fusilado por las tropas golpistas en octubre de 1936.

En 1939, Isabel Mediavilla Quiroga era la titular, y a finales de los 40, ya la regentaba Marcos Pinilla López de la Llave.

En los años 80 ya tenemos la farmacia a nombre de  Agustín Martín  y luego a Isabel Martín Mayoral, que la trasladó a la Plaza del Salvador, que sigue su actividad con el nombre de Farmacia Santo Tomé.

En la Plaza de San Salvador, abrió en diciembre 1866 una farmacia Emilio Echevarría y Mayo. Era natural de Polán y estaba casado con Eusebia Rodríguez Arza, natural de Toledo. Venía de ser farmacéutico en Mora. En alguna fuente aparece en el número 21 de la calle Santo Tomé, por lo que debió estar allí algún tiempo. La farmacia seguía activa en 1898, aunque después de esa fecha Echevarría ya aparece como farmacéutico del Hospital Provincial. Falleció en enero de 1927.

Como ya hemos visto, hubo otra farmacia en el lado de los impares. Fue de Benito Valiño, que la trasladó en 1883 a la calle Hombre de Palo.

CALLE TORNERÍAS.

Farmacia de María Rocío Lorenzo Villareal en la calle Tornerías. 2024.

La calle Tornerías ha tenido farmacia desde principios del siglo XX. En esos primeros años era de Lucio Duque e Isunza, natural de Guadamur. Estaba en el lado contrario de su ubicación actual (números 16 y 18). Desconozco si hay relación familiar de Lucio Duque con Juan Duque, que tuvo farmacia en la calle de la Plata en la segunda mitad del siglo XIX.

En 1915 pasó a Carlos Duque y Arenal, natural de Toledo e hijo de Lucio. Estaba casado con Aurora Pérez Blanco, de Santoña (Santander).

Anuncio de la Farmacia de Carlos Duque en 1915. El Castellano. AMT

En los años 20 tenemos dos farmacéuticos, C. García Martín, anunciada como Antigua de Duque. en 1923, y Alberto Martín García-Cuerva, desde 1925, que es quien traslada la farmacia a su ubicación actual en los años 80. 

Después, a principios de los 90, la farmacia pasa a María Rocío Lorenzo Villareal, que la regenta en la actualidad.

CALLE DE LA PLATA

Calle de la Plata. Aquí hubo una Farmacia desde, al menos, 1862 hasta 2021. Actualmente Heladería Churrería de Chocolate Experience.

En la esquina de la Calle de la Plata donde actualmente está la churrería, hubo una farmacia desde al menos 1862 y hasta 2021. Su primer farmacéutico fue Juan Duque, que la tuvo hasta finales del siglo XIX. Después de Juan Duque, tenemos, desde 1901 a José María de los Santos Sánchez, natural de Almadén (Ciudad Real) y casado con Elvira Vicente Obispo, de Guadalajara.

Anuncio de la Farmacia de Santos en 1927. El Practicante Toledano. AMT.

José María de los Santos fallece en 1930 y le sucede José Echavarri Senosiaín. Echavarri creó en 1940 el laboratorio Barry con dos medicamentos registrados. Tenía también laboratorio de análisis clínicos.

Anuncio de la farmacia y Laboratorio de José Echavarri en 1930. El Practicante Toledano. AMT

Después la farmacia pasó a la familia de los Pérez. En primer lugar la tuvo Ernesto Pérez Díaz, y en los años 80 ya estaba a nombre de Ernesto José Pérez de Gracia. Luego la tuvo hasta su traslado al barrio de la Legua en 2021, Ernesto Pérez Moraleda.

Farmacia de Ernesto José Pérez Moraleda en 2019. Pantallazo de Google Maps.

PLAZA DE LA MAGDALENA.

Solar donde estuvo el número 7 de la Plaza de la Magdalena.

La primera farmacia de la que tengo constancia en la Plaza de la Magdalena es la de Eustasio Agustín Moreno, abierta en 1882. Como ya hemos visto, Eustasio la trasladó a Zocodover en 1888. La siguiente farmacia en la Plaza de la Magdalena es la de Juan Sánchez-Cabezudo, al trasladar en 1901 la que tenía en la Calle Comercio. Aparece en el número 3 de la Plaza y poco más tarde en el número 7. 

En 1914, la titularidad pasa a ser de Basilio Andrés Pita Arroyo al fallecer Sánchez-Cabezudo. La farmacia ya se cita en el número 7 de la Plaza y estaría ubicada en la fachada superior de la plaza, cerca del callejón del Lucio.

Farmacia de Pita. 1917. El Castellano. BVPH

Basilio Andrés Pita era el hijo de Francisco Pita Martín Corral, Licenciado en Farmacia por la Universidad Central en 1871 y natural de Navalmoral de Pusa, y que en 1873 abrió farmacia en Los Navalmorales (Plazuela de Mora, 1) para luego trasladarla a la calle Iglesia, 17. En 1900 pasa a ser la farmacia de su viuda Dolores Arroyo y Loaysa, regentada por Narciso Turquía y Soria.

Basilio Andrés Pita Arroyo, estaba casado con Paulina Ruiz Fernández, ambos naturales de Los Navalmorales. En 1913, era suya la farmacia de Los Navalmorales y la traspasó en 1920. En 1918 era presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, y en 1921 Director del Instituto Provincial de Higiene. Murió en 1936 en la Guerra Civil fusilado por los milicianos.

En 1924, la farmacia de la Plaza de la Magdalena pasó a ser de María Josefa Puebla Potenciano, la primera farmacéutica de la provincia de Toledo. María Josefa era natural de Otero y vecina de Torrijos. Estudió el Bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros de Madrid y se licenció en Farmacia en la Universidad Central. Tenía 22 años cuando se puso al frente de la farmacia de la Plaza de la Magdalena. En 1925 se casa con el farmacéutico de Madrid Adolfo Fermín San Juan Benito y la farmacia, en abril de ese año, pasa a ser de Juan Bautista Fernández, que en septiembre de ese mismo año, la traslada a la calle Arco de Palacio como Farmacia del Sagrario.

Actualmente, de las seis farmacias que hay en el centro histórico, cuatro son de Farmacéuticas.

El Castellano Gráfico: revista semanal ilustrada. Octubre de 1924. AMT.

CALLE COMERCIO.

En la Calle Ancha, en el edificio que actualmente ocupa la tienda Filigrana y la Papelería de Ortega, estuvo en la década de los 60 del siglo XIX la Botica de Manuel Leal. En 1871 era Farmacéutico de la Beneficiencia Provincial.

En 1900, Juan Sánchez-Cabezudo Heras, natural de Domingo Pérez, tenía la farmacia en la calle Comercio, en el edificio donde está actualmente la tienda de Chocolate Experience. Se había licenciado en 1871 en la Universidad Central.

Tenía el laboratorio en Carriches (Toledo), dónde fabricaba sus píldoras antisépticas que, tenían la eficacia de cortar, sin que se reproduzcan, las intermitentes de todos tipos, cuartanas, tercianas y cotidianas, sin privar al enfermo que se dedique a sus ocupaciones habituales, mojarse y comer lo que le apetezca.

En 1901 se trasladó al número 3 de la Plaza de la Magdalena.

CALLE REAL DEL ARRABAL.

Farmacia en la Calle Real del Arrabal. 2024.

La primera referencia que he encontrado de una Farmacia en la  Calle Real del Arrabal es la de Rafael Correa, enfrente de la Virgen de la Estrella, en 1913. Se anunciaba como la Botica del Arrabal.

Botica del Arrabal en 1913. El Porvenir. BVPH.

No tengo constancia de la continuidad de esta farmacia, y hasta mediados del siglo XX no aparece otra cuyo titular era José Torres Pardo Martínez. La información siguiente es de 1980 cuando pasa a ser de María del Rosario Sancho Bernard. María del Rosario la tiene al menos hasta el año 2000 que comparte titularidad con José Alejandro García Sancho, que es actualmente quien regenta la farmacia. 

CALLE REYES CATÓLICOS.

Farmacia en la calle Reyes Católicos. 2024.

La farmacia de la Calle Reyes Católicos, lleva activa en esa ubicación desde 2020, y es la última en abrir de todas las citadas en esta entrada del blog, siendo la sexta de las que hay abiertas actualmente en el Centro Histórico de Toledo. La farmacéutica es María Inés García Díaz, que la trasladó allí desde su anterior ubicación saliendo del Puente de San Martín, a la izquierda (Carretera de Piedrabuena, 4).

Finalizo la entrada preguntando a la aplicación de inteligencia artificial ChatGPT por farmacias en la plaza de Zocodover durante el siglo XX. Entre otras cosas, contesta lo siguiente:

Una de las farmacias más conocidas en la plaza era la "Farmacia de Zocodover". Situada en un lugar privilegiado, esta farmacia no solo ofrecía una amplia gama de medicamentos, sino también productos de cuidado personal y cosméticos. Era un lugar frecuentado tanto por locales como por turistas.

Farmacia Central: Ubicada también en las inmediaciones de Zocodover, la Farmacia Central era conocida por su atención personalizada y por su disponibilidad de medicamentos importados que no se encontraban fácilmente en otras farmacias de la ciudad. Su ubicación céntrica la hacía accesible para una gran cantidad de personas.

Farmacia Villar: Esta farmacia, con una larga tradición en la plaza, se destacaba por sus preparados magistrales y su herboristería. Los boticarios de la Farmacia Villar eran conocidos por su conocimiento profundo de las plantas medicinales y su habilidad para preparar remedios personalizados.

Me sorprende la imaginación que despliega ChatGPT. Es fácil comprobar que ninguna de esas tres farmacias existió en Toledo, pero preguntaré de nuevo en unas semanas que seguro que la respuesta mejora. Por ahora,

A letra de médico, ojo de boticario.

Fernando Riaño Sánchez de la Poza.

AMT. Archivo Municipal de Toledo.

AHPTO. Archivo Histórico Provincial de Toledo.

BVCLM. Biblioteca Virtual de Castilla-La Mancha. Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.

BOP. Boletín Oficial de la Provincia. Diputación Provincial de Toledo.

 

Para informar de cualquier error, información adicional, etc. contactar por el correo electrónico friano111@gmail.com 

Gracias.